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Parásitos. Todo sobre ellos y cómo mantenerlos a raya…

Hace tiempo que los parásitos me inquietan muchísimo, y no no es casual. Sufrí por muchos años de infección crónica por culpa de la Giardia Lambia, uno de los parásitos más comunes en Latinoamérica y altamente relacionado con daño al epitelio intestinal e inflamación así como aumento de la permeabilidad intestinal (estudio). Este parásito es tan «jodidillo» que también ha sido relacionado con ser el disparador de la celiaquía (estudio).

Tenerlo por tanto tiempo fue gran parte de la causa de muchos de los problemas de salud que me ha tocado atravesar a lo largo de mi vida: inmunidad baja, alergias, candidiasis crónica, hipotiroidismo, etc…

 

¿Pero, cómo es que los parásitos pueden desestabilizar tanto?

Un parásito “parasita” al huésped. Una vez que coloniza se aprovecha del medio y sí, es un ser viviendo de TI. Te roba energía, nutrientes, y además genera un medio propicio para que el resto de tu microbiota o flora intestinal se desestabilice, permitiendo el crecimiento de otros microorganismos potencialmente patógenos (bacterias, otros parásitos y hongos como la cándida).

Ahora bien ¿a todos nos afectan por igual?

NO, de hecho hay personas más propensas a padecer disbiosis y ser parasitadas.

Son dos los factores los que inciden en que tengas más probabilidades de padecer parasitosis y todo tipo de disbiosis:

Factores asociados a la inmunidad del huésped: Si tienes un sistema inmunológico bajito, defensas bajas y sobre todo una inmunidad de mucosas afectada (bajos niveles de IgA, lactoferrina, inflamación de las vías digestivas) es mucho más probable que los parásitos puedan ingresar y encontrar el medio propicio para colonizar y hacerse fuertes.

Factores asociados a tu digestión: bajos niveles de ácido estomacal, gastritis crónica, digestiones lentas y pesadas, déficit de enzimas digestivas, estreñimiento crónico. Son factores que también se relacionan con mayor riesgo de disbiosis.

Por supuesto, todos estos factores dependen además de la genética, de la influencia del ambiente, donde incluimos el tipo de alimentación, niveles de estrés, exposición a tóxicos, medicamentos y antibióticos (estudio).

¿Qué síntomas nos alertan de una posible “parasitosis”?

  • Problemas intestinales sin causa aparente (el famoso intestino irritable…).

  • Gases, flatulencias o distensión abdominal tras las comidas.

  • Sensación de que la comida “no baja”.

  • Diagnóstico de SIBO/LIBO/Candidiasis crónica (normalmente pueden estar asociadas a una parasitosis previa). Por eso, muchos de los síntomas que encontrarás aquí listados no sólo aparecen cuando hay parásitos, sino también en otro tipo de disbiosis.

  • Nerviosismo o ansiedad aún cuando todo parece “estar bien”, sobre todo por las noches.

  • Picazón anal o nasal.

  • Pérdida o ganancia de peso inexplicable.

  • Infecciones frecuentes (vaginales, urinarias o gripes)

  • Déficits nutricionales en analítica que pueden manifestarse cómo: anemia crónica, leucopenia, déficit de vitamina D, folato, etc.

  • Eosinófilos o basófilos altos en hematología.

  • Ligero aumento de transaminasas o enzimas hepáticas en sangre.

  • Intolerancias o alergias a múltiples alimentos.

  • Diarreas explosivas, heces flotantes, sanguinolentas o que se pegan a la superficie del WC.

  • Alergias en piel que pueden manifestarse como dermatitis, psoriasis, habones o “rashes” (erupciones que aparecen y desaparecen).

  • Otras condiciones asociadas: depresión, problemas de tiroides, ovarios poliquísticos, migraña, mareos o vértigos, calambres, fatiga crónica, dolores musculares o articulares.

Estas manifestaciones NO son específicas y pueden aparecer en otras disbiosis (por cándidas por ejemplo) o en otras condiciones, pero sí es importante tenerlas en cuenta.

¿Puedo desparasitarme de forma natural?

SÍ y NO.

Hay ciertos remedios caseros, hierbas y protocolos que pueden usarse para evitar, controlar y disminuir la patogenicidad de ciertos parásitos con mucha efectividad y lo cuales te enseñaré en este artículo, perooo, hay algunos parásitos (Giardia Lambia, Entamoeba Hystolitica), que requieren tratamiento farmacológico sobre todo cuando están asociados a mucha sintomatología en algunos pacientes.

Mejor empezar en luna llena* y mantener durante 21 días:

*Más que algo «místico», la ciencia (estudio) y la propia experiencia nos enseñan que es mejor hacerlo en luna llena.
  • Lo primero, llevar una alimentación #antiinflamatoria y durante estos 21 días te sugiero evitar por completo la ingesta de azúcares refinados y también los no tanto (agave, miel). También sugiero evitar por completo cereales con gluten incluyendo trigo, centeno, cebada y avena así como otros como el maíz. Puedes tomar trigo sarraceno/buckwheat, mijo, arroz salvaje o basmati bien lavado. Otro alimento que sugiero evitar estrictamente durante estos días son los lácteos (cabra y oveja incluidos). 

  • Durante estos días consume en su mayor parte alimentos cocinados, verduras de fácil digestión y preferiblemente en purés, cremas y sopas para facilitar la digestión. El caldo de huesos también es una excelente alternativa

  • Para sacar el máximo beneficio a la desparasitación, aplica los consejos ofrecidos en el Ebook de Salud Digestiva disponible para todo el mundo e ideal para mejorar tu digestión y hacerla lo más rápida y eficiente posible lo que permitirá una mejor eliminación de desechos y sembrar un ambiente de eubiosis (equilibrio de la microbiota).

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  • Por cierto, hay que cuidar bien el hígado estos días, no bebas alcohol y consume muchas hierbas amargas como el diente de león, la alcachofa, escarola, acelgas, remolacha y espinacas.

Suplementos y remedios caseros que tomarás durante durante 21 días:

Papaya y sus semillas: deberás tomar este batido en ayunas o a media mañana. Para hacerlo mezcla en batidora 1 taza de papaya + 1 cucharada de semillas de papaya (8-12 pepitas, puedes ir incrementando conforme pasen los días) + 2 cucharadas de jugo de aloe vera 100% puro o 30 gramos de cristal de aloe vera natural. Bátelo para obtener una textura fina. Otra opción es lavar y dejar secar las semillas de papaya al sol, para luego pulverizarlas con un molinillo y tomar 1 cucharadita (unos 8 gramos) de este polvo en ayunas junto a un poco de fruta. En este post te cuento sobre los estudios que respaldan su efecto antiparasitario.

Infusión antimicrobiana: para 1 litro necesitarás 1 cucharada de romero/salvia seca, 8 clavos de olor, 1 cucharada de ajenjo o artemisa (artemisia vulgaris). Infusiona los 8 clavos de olor con el litro de agua por al menos 10 minutos, agrega el romero y la artemisa, hierve por 4 minutos más y apaga el fuego. Deja reposar y toma durante todo el día, sobre todo por las mañanas.

Verdolaga. puedes hacerte infusiones con 30 gramos de la planta y 2 tazas de agua. Puedes masticarla y agregarla también a ensaladas pues es comestible y medicinal (antiinflamatoria y antimicrobiana) (estudio). La verdolaga es una de esas plantas mal llamadas malezas porque crece muy fácil y espontáneamente en casi cualquier sitio por lo que incluso puedes sembrarla en casa.

Probiótico específico: durante todo el mes sugiero la toma de un probiótico a base o al menos que contenga Saccharomyces cerevisiae o boulardii, ambos ayudan a limpiar el terreno y sobre todo competir contra microorganismos patógenos. Enterelle plus o Vital Biota es el que suelo recomendar. Se toman 2 cápsulas después de una comida. Consíguelos en Shop GPG.

Puedes aplicar este protocolo natural, 2 veces al año, para prevenir y darle duro a los parásitos y otros patógenos del sistema digestivo. Si, después de ello, no mejoras lo más probable es que haya otros parásitos o microbios que requieran un tratamiento más específico. Acude a un profesional de salud o a nuestra consulta para valorar y tratar tu caso a profundidad.

¿Cómo puedo saber qué parásitos tengo? ¿Qué test son realmente fiables?

Conocer si realmente tenemos parásitos era un poco más complejo hace un tiempo, pero ya cada vez se van creando métodos más fiables y un mayor número de laboratorios que ofrecen una detección más específica y sensible. El típico test de heces y coprocultivo de laboratorios tradicionales donde se observan quistes o larvas a través del microscopio, se sabe que no es fiable y que posee una alta tasa de falsos positivos.

Por ello, la microscopía convencional está siendo reemplazada por técnicas moleculares basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para el diagnóstico de éstos y otros patógenos del tracto digestivo en los laboratorios clínicos modernos, principalmente en Europa y Estados Unidos (estudio). Si estás interesad@ en realizarte esta valoración, contáctame.

Por último, recuerda que los parásitos así como muchos microorganismos se vuelven patógenos y crónicos cuando hay un medio que lo permite.

Este “medio” está altamente influenciado además de por nuestra genética, por nuestros hábitos (alimentación, estilo de vida, estrés, emociones, movimiento).

No sirve de nada hacer un protocolo por 21 días, si el resto del año no mantienes unos hábitos de vida que lo acompañen y contribuyan a esa «EUBIOSIS» (equilibrio de la microbiota)….Si

¿De qué otras formas podemos ayudarte?

En mi Programa Equilibrando Tus Microbios aprenderás en teoría y práctica como mejorar y entender a tu microbiota intestinal. Trabajamos intensamente en tu SALUD DIGESTIVA, MICROBIOTA E INFLAMACIÓN. 

Si te interesa la CONSULTA INDIVIDUAL contamos con un Equipo de Profesionales expertos en el área, para tratar tu disbiosis, digestiones y diagnósticos de H.Pylori, Candidiasis, SIBO y las alteraciones sistémicas a consecuencia.  

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Con amor,

Gaby

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