Una de las preguntas más comunes en consulta suele ser. ¿Y qué puedo tomar si voy con mis amigos «por ahi»? ¿Si voy a un bar o un restaurante o a la playa?
Pero es cierto que las altas temperaturas del verano nos piden tomar más líquidos, y muchas veces nos apetecen bebidas refrescantes y burbujeantes. También, la vida «social» se incrementa. Con ello, el consumo de alcohol, de cervezas y sobre todo de bebidas gasesosas y refrescos lamentablemente aumenta y no, ninguna tiene realmente un beneficio (ni si quiera las light, zero o la cerveza sin gluten) y, definitivamente NO HIDRATAN…
¿Y entonces me tengo que volver un extraterrestre? ¿No puedo beber lo mismo que tod@s? Bueno, si quieres ser como tod@s pues hazlo, pero no hay por qué sentirnos diferentes o culpables de tener otras preferencias alimentarias.
Voy a dejarte en este artículo 3 recetas ricas y con muchas propiedades que puedes hacer para compartir este verano o en cualquier momento del año. Y también te diré opciones prácticas que puedes beber para socializar «si estás por ahí» y no tienes ninguna de estas opciones…
Refresco de Cúrcuma y Jengibre:
Prepararla es muy fácil. Tendrás que tener a la mano 1 trozo de jengibre fresco (unos 20 gramos) o Jengibre en polvo + Cúrcuma en polvo. Recientemente estoy usando cúrcuma fermentada y jengibre fermentados, opciones muy interesantes porque aumentan su biodisponibilidad y sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Puedes usar cualquier cúrcuma en polvo, pero asegúrate que sea de calidad, no todas valen. Y también puedes usar jengibre fresco.
Para 1 litro de agua necesitas usar 1 cucharadita de cúrcuma en polvo ecológica, 1 cucharadita de jengibre en polvo o 20 gramos de jengibre rallado fresco (crudo) y el zumo de 1 limón. Puede mezclarse en batidora o rallar el jengibre y mezclar con el resto de ingredientes en una botella de vidrio.
Y aquí viene el secreto puedes añadir agua natural o mitad agua y mitad agua carbonatada o con gas para aumentar su frescor y dar sensación de resfresco. Puedes añadir stevia líquida o en hojas si te gusta más dulce (pero sin abusar), 1 pizca de pimienta si lo deseas (aunque si usas cúrcuma fermentada ya está activada.
Guárdalo en la nevera y tómalo cuando gustes 😊, unos 2 vasos al día es una buena cantidad para disfrutar de sus beneficios.
Infusión de hibisco
El hibisco o hibiscus es una planta cuya flor es altamente medicinal. Hay muchas variantes y en América Latina o en climas tropicales suele darse muy bien. La conocí en Venezuela y es bastante común en América Latina donde se suele llamar «Flor de Jamaica» o «Cayena», hay diferentes tipos. Sin duda, su potencial antioxidante y antiinflamatorio se debe a la cantidad de polifenoles y pigmentos terapéuticos que contiene porque verás que al hacerla su color es impresionante.
Si estás en América no te será difícil de encontrar y en España y UE, se suele conseguir muy fácil en tiendas naturales, herboristerías y de productos a granel.
Es muy rendidora y con 1-2 cucharadas de sus hojas secas hervidas por 1-2 minutos junto a 1 litro de agua podrás obtener 1 litro de infusión de hibisco lista para tomar. Cuando apagues el fuego déjalo reposar luego a temperatura ambiente para que continúe añadiendo sabor y color al agua. Me gusta agregar un poco de zumo de limón o ralladura de jengibre por darle un toque extra pero esto es opcional. La colocas en una jarra y la dejas enfriar en la nevera.
Servida junto a unos cuantos cubitos de hielo y trocitos de fruta, parecerá la perfecta sangría. Aquí me ves disfrutándola junto a una muy querida amiga y compañera, Rocío Chorrero, con quien por cierto estaré realizando un taller práctico de recetas dentro del nuevo Programa de Alimentación Antiinflamatoria Sanando desde Adentro.
Kombucha, una bebida más que de «moda»
El auge del conocimiento de los microorganismos, de la microbiota, y de los fermentos ha dado lugar a que la Kombucha, una bebida obtenida a partir de la fermentación del té, que suele ser verde o negro, al cual también se agrega azúcar. Espera, ¿azúcar ¿té? entonces tiene ¿teína? ¿azúcar?…NO, y esto no debe preocuparte, la fermentación justo transforma estos dos ingredientes y genera el crecimiento de bacterias buenas, levaduras y enzimas que te tomas en el producto final. Así que puedes tomarla a cualquier hora del día y puede despreocuparte de su contenido de azúcar.
¿A qué sabe? Sabe a una bebida fermentada, que, por ponerte un ejemplo su sabor estaría entre una cerveza y una sidra, muy parecida. Pero también suelen agregarse sabores naturales para mejorar el producto final.
En la foto de la izquierda puedes ver el hongo «scoby» utilizado para fermentar la infusión de té verde y generar la famosa Kombucha.
Así que, si consigues Kombucha donde estés, ya sabes que puede ser una buena opción para refrescarte.
Si quieres probar la de Viver Kombucha, puedes utilizar el código NUTRIGABY para la compra y obtendrás -7€ de descuento en tu pedido (yo no me llevo nada, pero compartir es vivir)….
¿Y si voy a un bar/restaurante y no encuentro nada de ésto qué?
Ya ya sé que el agua, aunque es lo mejor no a todos nos encanta cuando salimos fuera. Te dejo mis opciones de emergencia cuando estoy por allí, entendiendo que no todas son «saludables» ni tienen ningún beneficio pero si haces un consumo ocasional de las mismas tampoco se acaba el mundo.
– Agua con gas y rodajitas de limón o naranja (puedes pedirle que te las pongan y le da un toque bonito).
– Tinto de Verano preparado con agua con gas (contiene alcohol, pero si algún día te apetece tampoco se acaba el mundo, es preferible si puedes pedirlo con agua con gas antes de refrescos azucarados).
– Tónica sin azúcar (contiene edulcorantes, cuyo consumo excesivo no es bueno ni para ti ni para tu microbiota, pero repito, estamos hablando de un recurso puntual).
– La cerveza, uy la cerveza…El problema aquí es que en la mayor parte de los pacientes con disbiosis no suele sentar bien por su contenido de gluten, de alcohol y de levaduras. Así que, aunque una buena cerveza de fermentación larga podría ser una opción ocasional, no sería lo más recomendable en casos de disbiosis o histaminosis, OJO.
– El vino, suele ser mi primera opción el día que me permito flexibilizar la ingesta de alcohol. Sí que es importante vigilar 2 factores: calidad y cantidad. Por supuesto 1-2 copas suele ser suficiente (no te pases porque la dosis hace el veneno), y también la calidad, un vino ecológico, de fermentación natural y sin sulfitos suele ser mejor tolerado.
Advertencia: no pretendo hacer una entrada recomendando el consumo de alcohol, en lo absoluto. Lo mejor es no tomarlo. Pero, son muchos los pacientes y seguidores que me preguntan sobre la flexibilidad y qué tanto puede permitirse dentro de un estilo de vida saludable, que es mucho más que comer y beber antiinflamatorio, también involucra actividades sociales y el compartir. Así que aquí te las dejo.
Recuerda, tienes 3 ideas maravillosas, saludables y alcohol free arriba, así que no dejes de probarlas este veranito y cualquier época del año.
Espero que esta entrada te haya gustado,
Con amor,
Gaby