Fotografía de Gaby Pérez Levi @verdequilibrio
Hace tiempo que quiero contarles la historia de las “arepas” saludables. Y es que, con todo este tema del Covid-19 y la crisis mundial que atravesamos me ha venido la inspiración perfecta para echarte el cuento y de paso dejarte unas cuantas recetas de arepas.
Si no sabes mi historia, puedes verla mejor aquí. Soy venezolano-española porque mi abuelo mallorquín en aquellos tiempos de guerra migró a Venezuela, donde formó su familia y gracias a eso nací y crecí en tierras venezolanas, de calor, de playas paradisíacas, rodeada de cultura latina y por supuesto de A R E P A S. Tuve la oportunidad de vivir y gozar la Venezuela “abundante” de todo (comida, tecnología, servicios) pero también de atravesar la crisis que hace ya más de 10 años atravesamos.
Las arepas son uno de esos platos característicos de nuestra cultura y yo diría que no hay nada más difícil que describirlas. Las originales se elaboran a base de maíz, ya sea directamente el grano (versión antigua) o usando su harina (versión moderna). Tienen un sabor a maíz tostado característico, crujientes por fuera pero al mismo tiempo suaves por dentro, densas y saciantes.
Ahora bien, si te paseas por mi Instagram y por otras cuentas habrás visto miles de versiones de arepas: de yuca, de batata/boniato, de plátano, de semillas, de avena.
Pues déjame contarte una historia.
Fue en gran parte gracias a la crisis venezolana y a la escasez de harina de maíz que surgen todas estas versiones modificadas y desde luego mucho más saludables.
¡Quien iba a pensarlo!
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. -Albert Einstein
Ahora que ya te sabes el origen y su historia te dejo unas cuantas recetas y mis versiones favoritas de arepas antiinflamatorias y saludables, la mayoría a base de tubérculos, raíces y semillas y muy pocos cereales. Pueden formar parte de un desayuno, una merienda, una comida o una cena cualquiera. Literalmente sirven para todo pues se rellenan de cualquier cosa, guiso o resto que haya quedado en casa…
Arepas de Yuca (mis favoritas).
300 gramos de yuca pelada y en trozos, 1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla/ghee (no margarina) derretida. Sal al gusto.
Debes cocer previamente la yuca con abundante agua caliente con un poco de sal (en Carrefour sección latina la consigues en bastones, cortada y congelada) hasta que esté bien blanda, escurrir y dejar enfriar en nevera. Al día siguiente con un rallador, ralla la yuca y amasa junto al aceite o mantequilla y sal al gusto. Deja reposar la mezcla y elabora bolitas que luego aplastarás y llevarás a la sartén a cocinar por ambos lados.
Arepas de raíces (pueden hacerse con batata, papa o calabaza)
1 taza de puré de boniato/batata/camote, papa o calabaza. de ellos). 2 cucharadas de harina de arroz, de maíz o de trigo sarraceno (escoge según tus sensibilidades). Sal al gusto.
Arepas Integrales Triple Fibra
Mezclar todos los ingredientes con un poco de agua filtrada (1/3 de taza aproximadamente) hasta formar una masa muy suave. Deja reposar la mezcla y elabora bolitas que luego aplastarás y llevarás a la sartén a cocinar por ambos lados.
Arepas de plátano macho.
1 plátano macho (puedes usarlo verde o un poco amarillo o pintón, a mi me gusta esta última). Sal al gusto.
Hierve el plátano con agua hasta que este esté blando. Hazlo puré con un tenedor y agrega un poco de sal. Deja reposar la mezcla y elabora bolitas que luego aplastarás y llevarás a la sartén a cocinar por ambos lados.
Nota: si notas que le falta consistencia, puedes agregar 1 a 2 cucharadas de semillas de lino molidas.
Arepas vegetales (ideal para niños).
En la batidora o procesador agrega el agua y el vegetal (remolacha o espinacas). Procesa la mezcla hasta que quede líquido y homogéneo. Vierte en un bowl y agrega las semillas, la harina de maíz y la sal al gusto (1/4 de cucharilla de postre aproximadamente). Mezcla con tus manos hasta notar que la masa toma consistencia. Debe estar suave y aún algo floja. Deja reposar la mezcla y elabora bolitas que luego aplastarás y llevarás a la sartén a cocinar por ambos lados.
CONSEJOS Y TRUCOS IMPORTANTES “de las madres y abuelas”
En las recetas que incluyen harina de maíz, es importante que cuando mezcles y amases los ingredientes junto con el agua la masa se quede suave e inclusive poco consistente. No agregues más harina. Lo recomendable es que dejes reposar unos 5 minutos y verás como la masa toma consistencia.
En todos los casos es importante que cocines la arepa en una sartén antiadherente o plancha que debe estar bien caliente en un principio (cuando colocas tu arepa) y luego puedes bajar la temperatura para terminar la cocción por ambos lados.
Enriquece aún más tus arepas agregando especias antiinflamatorias como cúrcuma, romero, orégano, y las dulces como las de plátano y batata puedes agregar canela, clavos de olor o semillitas de anís.
Y colorín, colorado…Espero que te haya gustado esta historia y sobre todo que ensayes estas recetas.
Y de esta crisis, también saldremos y aprenderemos…
Con amor,
2 thoughts on “Una arepa, una crisis, una historia y 5 recetas”
Buenas, muchas gracias por las ideas.¿ Me puedes aclarar por favor el volumen aproximado del puré en la receta de raíces? Me gustaría prepararlas con cabaza, tienen muy buena pinta.
Hola Deva, solemos usar 1 taza de puré + 2-3 cucharadas de algún tipo de harina para dar consistencia (de almendras, quinoa, arroz o maíz eco). Asegúrate de asar o cocer al vapor la calabaza para que esté más cremosa. Espero que te queden muy bien.